El Napoli está a cuatro fechas del final. Eso sí, para lograr el objetivo de alcanzar al líder, los de Piñiero tienen que derrotar al necesitado MILAN (obligado a sumar para no entrar en promoción).Un pitido de Yayo dio comienzo al partido. Con el cuchillo entre los dientes y el ritmo que impuso desde el arranque, Napoli se paró en el campo del Milan y comenzaron a sucederse las acciones de riesgo. Porque el Japonés y Lucho complicaban por la derecha, pero también porque sus tres delanteros se movían por todo el frente de ataque y esta rotación era un problema sin solución para el conjunto aurinegro. Sobre el final de la primera parte Milan aceleró y se perdió el primer gol cantado. De esos que se gritan antes de entrar. “Marito” metió un bombazo bárbaro desde 30 metros, Guille voló y la sacó al tiro de esquina. El primer tiempo finalizaba muy parejo con llegadas para ambos equipos pero con el celeste mejor parado en la cancha, cerrandole los espacios al Milan que se veía con problemas en la creación.
No cambió el panorama en el reinicio del segundo tiempo. Aunque sin ideas, Milan iba al frente ante un Napoli que mantenía el orden en el fondo. Sorprendía el Milan con 2 situaciones claras: una jugada desafortunada en la que luego de un rebote en el palo horizontal un delantero milanés, solo frente al arco la tira por encima del larguero; y otra con un descuido de la defensa napolitana que dejó un espacio libre para que el número 8 del Milan rematara al palo izquierdo de Guille que respondió muy bien sacándola al corner a pesar de ser un disparo fuerte y esquinado.
Esto hizo crecer el entusiasmo del Napoli, pero su juego seguía sin aparecer. Pudo abrir el marcador 2 veces con 2 centros: el primero, después de un tiro libre muy bien ejecutado por Emanuel Scarimbolo que deja a tres jugadores del Napoli solos pero Julio no puede definir bien ya que no se decidió si cabecear la pelota o empujarla con la derecha. La otra, proveniente de un tiro de esquina del Japonés que Martin Loisotto muy solo y bajo del arco cabeceó un metro arriba.
El Japonés casi se convierte en el héroe de la tarde, cuando toma la pelota atrás de mitad de cancha aprovechando una contra, le tira un caño a su seguidor y ejecuta un globito hermoso que, por milagro llego a tocar el arquero del Milan y la pelota se estrella en el poste. La jugada sigue, Emanuel Scarimbolo, atento a la trayectoria del balón, recoge el balón y remata, pero el arquero responde nuevamente. Julián Calvi aprovecha ese nuevo rebote del portero pero lo agarra mal posicionado y cabecea muy forzado desviando el tiro.El Napoli terminó jugando los últimos minutos en el campo del contrario. El equipo de Diego Piñiero, nervioso y desesperado, no daba pie con bola. Napoli jugaba poquito y protestaba mucho. El árbitro Yayo adicionó cinco minutos y lo único que logró fue extender la agonía del Milan. Un Napoli que tuvo el campeonato en sus manos y lo dejó escapar. Milan, por su parte, obtuvo un empate clave para seguir escapándole al fantasma del descenso.
No cambió el panorama en el reinicio del segundo tiempo. Aunque sin ideas, Milan iba al frente ante un Napoli que mantenía el orden en el fondo. Sorprendía el Milan con 2 situaciones claras: una jugada desafortunada en la que luego de un rebote en el palo horizontal un delantero milanés, solo frente al arco la tira por encima del larguero; y otra con un descuido de la defensa napolitana que dejó un espacio libre para que el número 8 del Milan rematara al palo izquierdo de Guille que respondió muy bien sacándola al corner a pesar de ser un disparo fuerte y esquinado.
Esto hizo crecer el entusiasmo del Napoli, pero su juego seguía sin aparecer. Pudo abrir el marcador 2 veces con 2 centros: el primero, después de un tiro libre muy bien ejecutado por Emanuel Scarimbolo que deja a tres jugadores del Napoli solos pero Julio no puede definir bien ya que no se decidió si cabecear la pelota o empujarla con la derecha. La otra, proveniente de un tiro de esquina del Japonés que Martin Loisotto muy solo y bajo del arco cabeceó un metro arriba.
El Japonés casi se convierte en el héroe de la tarde, cuando toma la pelota atrás de mitad de cancha aprovechando una contra, le tira un caño a su seguidor y ejecuta un globito hermoso que, por milagro llego a tocar el arquero del Milan y la pelota se estrella en el poste. La jugada sigue, Emanuel Scarimbolo, atento a la trayectoria del balón, recoge el balón y remata, pero el arquero responde nuevamente. Julián Calvi aprovecha ese nuevo rebote del portero pero lo agarra mal posicionado y cabecea muy forzado desviando el tiro.El Napoli terminó jugando los últimos minutos en el campo del contrario. El equipo de Diego Piñiero, nervioso y desesperado, no daba pie con bola. Napoli jugaba poquito y protestaba mucho. El árbitro Yayo adicionó cinco minutos y lo único que logró fue extender la agonía del Milan. Un Napoli que tuvo el campeonato en sus manos y lo dejó escapar. Milan, por su parte, obtuvo un empate clave para seguir escapándole al fantasma del descenso.
